Me gradué de Psicología, en la Universidad de los Andes de Bogotá. Después de graduarme y de trabajar tres años como docente, viajé a Buenos Aires en pos de mis sueños.
Entre otras, cursé una especialización en Neuropsicología Clínica en la Universidad de Buenos Aires. Fue allí cuando descubrí que lo mío no era la Neuropsicología. Antes que interesarme por las lesiones cerebrales de mis pacientes, quería internarme en la historia personal de cada uno; de sus emociones, su conflictos, crisis, giros, precipicios, curvas, contradicciones, esperanzas, luchas y triunfos...
¡Ahí fué cuando descubrí que quería ser psicoterapeuta!!
Y lo sigo descubriendo cada día, en cada sesión de terapia. Me veo como una aprendiz incesante de las personas que me consultan. En aquel entonces comencé formarme en terapia cognitiva y sistémica. Paralelamente comencé a hacer terapia con adolescentes y adultos.
La vida me trajo luego a Alemania. Aquí encontré que para muchos hispanohablantes al momento de explorar su mundo interior y de procesar sus emociones, es esencial el poder expresarse en su lengua materna, aunque quizás ya dominen otros idiomas.
De ahí vino la idea de -psicologaentuidioma-
Comencé a trabajar en Mannheim y pronto me mudé a la maravillosa ciudad de
Berlín.
Aquí obtuve el Heilpraktikererlaubnis für Psychotherapie (un permiso estatal necesario para ejercer la psicoterapia en Alemania), me certifiqué como Terapeuta Sistémica/Familiar en el GST (Gesellschaft für systemische Therapie und Beratung). En Barcelona hice mi formación básica como terapeuta EMDR (Terapia de desensibilización y reprocesamiento a través de movimientos oculares) EMDR-ES y me formé también en Berlín en Hipnosis clínica, en el TherMedius Institut.
Mi trabajo de los últimos años me mostró la necesidad de profundizar mis conocimientos y afinar mis herramientas para trabajar con personas con secuelas de trauma, pues la creciente evidencia científica demuestra que la mayoría de los trastornos psicológicos se correlacionan con antecedentes de traumatización.
Por ello en 2018 cursé una formación en Trauma-terapia en el Instituto Oliver Schubbe de Berlín y posteriormente continúe asistiendo a cursos de formación avanzada EMDR en España y en Alemania. En 2019 realicé en España la formación básica de EMDR para el trabajo con niños. Considero que el trabajo terapéutico con niños exige el dominio de diferentes áreas como el desarrollo evolutivo, el desarrollo del lenguaje, entre otras, por lo cual no me considero capacitada para ello. Sin embargo, creo que esta formación me aportó mucho para el trabajo con adultos. Lo complementé en el 2020 con otra formación a distancia en integración del trauma a través del trabajo corporal.
En el 2021 nació mi hija y por esto hice una pausa en mi trabajo y formación. Aunque realmente veo que no ha sido del todo una pausa, pues mi hija y la maternidad son las maestras que me ha permitido vivenciar conceptos desde adentro y comprender tanto mejor a las madres, parejas y familias que me consultan. En mi trabajo integro elementos de los diferentes abordajes y métodos terapéuticos que he aprendido, de acuerdo con las necesidades de cada caso.
Trabajo con adultos, parejas y familias.
La base de mi trabajo es la conexión. Si no surge conexión entre tú y yo, ninguna técnica o metodología nos va a poder ayudar. Está científicamente comprobado, el factor que condiciona en mayor medida el éxito de una terapia, es la relación terapéutica.
¿Cómo saber si hay conexión?
Muy fácil, lo vas a sentir al cabo de pocos minutos. Si no es así, después de terminar la primera sesión vas a saber si quieres regresar o no. Y ahí tienes la respuesta.
Siento mucho respeto por cada persona que da el paso de abrirse ante un desconocido, porque necesita y desea cambiar algo en su manera de sentir, de pensar, de comportarse.
Sé que llegar a mirar de frente los temas más dolorosos y más avergonzantes, requiere antes confiar. Por ello vamos avanzando paso a paso, tu controlas el ritmo al que quieres ir y hasta dónde. Yo te acompaño, te apoyo, te muestro posibilidades. Te contengo, me mantengo atenta a tu estabilidad psíquica y a tus necesidades.
En cuanto a la metodología, a lo largo de quince años de trabajo terapeútico y formación contínua he ido identificando las formas de abordaje más eficientes y eficaces para tratar el malestar de quienes me consultan.
Por ello en la actualidad pongo el foco en comprender en profundidad el motivo de consulta y establecer sus conexiones específicas con situaciones del pasado. Esto pasa generalmente por identificar patrones de apego y recuerdos traumáticos de la persona, también por el trabajo con el niño interior e instalación de recursos. Todos estos elementos hacen parte del abordaje de EMDR.
Como complemento puede que incorpore trabajo corporal, cambio de roles, constelaciones/esculturas familiares, trabajo con las partes/voces interiores, visualizaciones, ejercicios de regulación emocional, entre otras.
Al final de cada consulta te propondré una tarea o ejercicio para poner en práctica entre sesiones.